jueves, 7 de enero de 2016

“Es que hay que enseñarles a pescar, no sólo darles el pescado” dijo una señora acomodada de la élite. ¿Y usted trabaja señora? ¿Y su esposo? ¿Y sus hijos? Y de verdad saben trabajar, o sólo ganan intereses de inversiones y reciben rentas de propiedades. Es que eso no es saber trabajar. Y, ¿quién es usted para enseñarles? No. No es que no sepan trabajar. Claro, tal vez no sean estudiados fuera. Pero cuántos estudiados fuera tampoco saben pescar, ni lavar platos, ni arar la tierra, ni cumplir con horario, ni usar herramientas. ¡Claro que los pobres saben trabajar! La tasa de desempleo en Guatemala no es más alta que en Estados Unidos, a pesar que en Guatemala hay mucho menos trabajo que en Estados Unidos. Más del 80% de los empleados no son trabajadores asalariados, ni en planilla, ni con bono 14, ni aguinaldo. Es decir, más del 80% de la economía somos gente que al no tener trabajo vimos que hacer para generar un ingreso. No somos haraganes. Aquí, como dijo un autor, “los haraganes ya murieron de hambre”. Y como dijo San Pablo, “el que no trabaja, no come”. Aquí, ¡ni los que trabajan comen! Así que no digamos esas cosas. En Guatemala nadie está pidiendo nada de regalado. Que los gringos vengan a regalar y los guatemaltecos lo acepten porque no les queda otra, es otra cosa. 

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