Algunos le huyen al caos. Quisieran vivir en la tranquilidad y serenidad de lo predecible. Otros se suicidan en medio de esa predecible burbuja de la abundancia ficticia creada a costas del desastre del mundo. En Guatemala el suicidio es bajo, todos luchan esperanzados por florecer personalmente o hacer algo florecer en medio de un caos político, económico, social, y religioso.
Èste blog nace del deseo de compartir y expresar pensamientos forjados en medio de ese proceso. Gracias por visitar.
viernes, 24 de junio de 2016
En éste país todas pequeñas empresas somos como las tortillerías. Cada quetzal cuesta y hay que trabajarlo. Y cuando entra, no es todo ganancia. Aún hay que restarle los costos!
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